domingo, 18 de noviembre de 2012

protocolo de historia por: Laura Valencia, Sebastian Medina, Carolina Herrera, Stella Valencia.


BRENNAN, JAMES F. Historia y Sistemas de la Psicología. 5ª Ed. PRENTICE HALL, México, 1999.

FUNDAMENTOS DE LA PSICOLOGÍA EN EL SIGLO XIX
Progresos en fisiología
Los descubrimientos de Bell (1774-1842) y Magendie (1783-1855) consistieron en la distinción de nervios sensorios y motores contenidos en las raíces posteriores y anteriores de la médula espinal, dejaron de ser tubos que transmitían “espíritus” de actividad a tener una función específica y  a considerar que la conducción nerviosa sigue una sola dirección.  Müller basado en la obra de Bell y Magendie asevera explícitamente que “no estamos conscientes de los objetos, sino de los nervios.  En consecuencia, el sistema nervioso es el intermediario de los objetos y la mente.”[1]  Fue Emil Du Bois-Reymond (1818-1896) quien describió las propiedades eléctricas de los impulsos nerviosos, estableciendo la base de de la transmisión nerviosa, y Helmholtz (1821-1894) demostró empíricamente la transmisión nerviosa, pudiendo medir los efectos de los estímulos, en las respuestas conductuales abiertas (tiempo de reacción), instaurando la confianza en su método científico y fijándolo como prototipo para la psicología empírica.
Pierre Flourens (1794-1867) aportó al estudio de la fisiología del cerebro, dando forma a través de su metodología precisa e interpretaciones coherentes, identificó áreas cerebrales con funcionamientos específicos, además de contribuir al futuro de la investigación neurofisiológica.  Sherrington (1857-1952) también fue bastante representativo en los estudios de la neurofisiología y sus métodos e investigaciones fueron de gran importancia para la teoría del condicionamiento.
La postura del científico inglés Thomas Young (1773-1829), fue la de  estudiar las sensaciones, desde el punto de vista de la física y la anatomía, a la cual se unieron en parte Helmholtz y Müller, aportando teorías de los procesos sensoriales, y el checo Jan Purkinje (1787-1869) realizó un abordaje integral de las experiencias subjetivas, y los componentes físicos y fisiológicos, para comprender mejor los procesos sensoriales.
Psicofísica
“Se da el nombre de psicofísica a cierta vertiente de la fisiología de los sentidos que destacaba la experiencia subjetiva en el estudio de las relaciones entre los estímulos y las sensaciones.”[2]  Este movimiento operó como transición entre el estudio de sus componentes y el surgimiento de la propia psicología, sus principales representantes fueron Ernst Heinrich Weber (1759-1878), Gustav Theodor Fechner (1801-1887) y Helmholtz, todos apuntando a un área de investigación que no entra fácilmente en la física, la fisiología, ni en la filosofía natural, comprendiendo un nuevo objeto de estudio en la psicología.
Evolución
Con la contribución de Charles Darwin (1809-1882), se estableció la primacía del empirismo científico, como medio de respuesta en la búsqueda de conocimiento, desalojando  ‘casi’ por completo las explicaciones provenientes de mediaciones divinas.  En sus obras El origen del hombre (1871) y La expresión de las emociones en el hombre y los animales (1872), fueron tratados los temas que tuvieron implicación para la psicología.  Spencer (1820-1903) se enfoca en un asociacionismo evolutivo aplicando las nociones de Darwin y Francis Galton (1822-1911)  también influenciado por Darwin, se interesó en la herencia de rasgos específicos y en la adaptación a largo plazo en términos de perfeccionamiento de las especies, desarrollo una metodología que se basaba en análisis estadísticos de pruebas mentales, examinando a fondo las diferencias individuales.
En conclusión estos tres movimientos del siglo XIX, la neurofisiología, la psicofísica y la teoría de la evolución, crearon el ambiente que requería la fundación de una nueva disciplina: la psicología.


Wilhelm Wundt (1832-1920):
Ingresa a la universidad de Heidelberg con la intención de hacerse fisiólogo, pero optó por la medicina, pensando que le permitiría mantenerse. Aun así, después de cuatro años de estudio admitió no tener interés en volverse médico. En 1856, fue a Berlín al Instituto de Fisiología de Müller, en donde trabajó con DU Bois-Reymond. Luego de esta experiencia breve, pero estimulante, volvió a Heidelberg a terminar su doctorado en medicina y asumió un puesto como maestro de fisiología. En 1958, Helmholtz se mudó a la ciudad, y durante 13 años, trabajó con Wundt en el mismo laboratorio de fisiología. En 1871, Helmholtz parte a Berlín, y así, Wundt es ascendido y lo sucede. En 1874, pasó un año como profesor de fisiología inductiva en Zurich y, en 1875, aceptó una cátedra de fisiología en Leipzig, donde permanece el resto de su larga carrera.
Luego de adquirir bases en fisiología, Wundt se sintió atraído por la psicología y dirigió entonces la ciencia a su nuevo interés. En 1873 y 1874 publicó en dos partes su llamado sistemático a favor de la nueva disciplina de la psicología  Fundamentos de psicología fisiológica. Con esta obra, Wundt deseaba establecer el marco teórico de la psicología como la ciencia experimental de la mente, estudiada en sus procesos. Además de esto, Wundt ideó una psicología étnica, relacionada con la psicología infantil y la animal, con la meta de revelar los procesos mentales superiores por medio del estudio de la naturaleza humana y por medio de un planteamiento antropológico.
En el año 1879, Wundt crea en Leipzig lo que se puede considerar como el primer laboratorio de psicología dedicado completamente a la investigación y al análisis de la mente del adulto por medio del método introspectivo. En 1881 fundó los Estudios filosóficos (Philosophische Studien), publicación en la cual informaba acerca de los análisis experimentales de su laboratorio.


Edward Bradford Titchener (1867-1927)
Fue alumno de Wundt por dos años, pero este breve periodo de tiempo fue suficiente para causarle una impresión indeleble, aferrándose estrictamente a su interpretación del sistema y difundiendo la imagen de Wundt en estados Unidos durando su carrera en la Universidad de Cornell en Nueva York.
Nació al sur de Inglaterra en una familia de poco dinero. En 1885, ingresó a la Universidad de Oxford a estudiar filosofía, se interesó por la obras de Wundt y tradujo la tercera edición de Principios de psicología fisiológica. Sin embargo, el pensamiento de Wundt no fue muy bien acogido en la Universidad de Oxford, con lo cual, decide partir a Leipzig y trabajar directamente con aquel. Allí, en 1892 completó su doctorado con una tesis sobre los efectos binoculares de la estimulación monocular. Al no encontrar un puesto en Inglaterra, aceptó una cátedra en Cornell. Durante 35 años, Titchener enseñó psicología en tal lugar y abogó por una versión rígida de la psicología estructural.
Titchener se apartó del tema central de la psicología en Estados unidos, que era el estudio de la psicología infantil, la anormal y la psicología animal.
Titchener estaba interesado únicamente en el análisis experimental de la mente del adulto normal, sin diferencias individuales. Destacaba las estructuras mentales, por lo tanto, lo nombró psicología estructural, y al igual que Wundt, se apoyaba del método de la introspección para analizar la mente humana. La aplicación de este método debía ser mediado por científicos capacitados.

Estructuralismo:
Se le otorga a Wundt el crédito de fundador, pero se debe reconocer la función de Titchener como el principal vocero de la psicología estructural den Estados Unidos.
La psicología estructural de Wundt y Titchener tenía tres objetivos: Describir los componentes de la conciencia es sus elementos más básicos, explicar las combinaciones de estos elementos y explicar su relación con el sistema nervioso. La conciencia es definida entonces como la experiencia inmediata, en otras palabras: La experiencia en el momento en que es vivida. Por su parte, la experiencia mediata se encuentra matizada por los contenidos de la mente, tales como las asociaciones previas, estados emocionales y motivacionales del individuo. De esta manera, se suponía que la experiencia inmediata no estaba predispuesta por la mediata.
Esta escuela defendía la integridad de la psicología comparándola con la física, en la cual el estudio del mundo concreto, material, sin referencia a la persona, se hace por medio de métodos observacionales en los cuales se mantiene un control muy cuidadoso de los registros. Así, la psicología estudia el mundo, pero referido a la experiencia del individuo, mediante el método observacional de introspecciones controladas de los sujetos y del contenido de su conciencia. El objeto de la psicología estructural es el proceso de la conciencia, libre de asociaciones.
El método experimental utilizado para garantizar un buen análisis de los contenidos mentales de los sujetos era la introspección. La credibilidad de la psicología estructural descansaba en el uso adecuado de este método, es decir, del análisis de la experiencia inmediata (y no mediata). Para lograr tal cometido, la introspección era cálida solo cuando estaba a cargo de científicos muy bien capacitados, y no de observadores inocentes. Ahora bien, la introspección depende de la naturaleza de la conciencia observada, el propósito del experimento y de las instrucciones de los experimentadores. Y así, el error más frecuente de los inexpertos en la introspección era llamado “error del estímulo”, el cual consistía en describir al objeto antes que el contenido de la conciencia.
Muchos de los descubrimientos del sistema han sido puestos en tela de juicio. Por ejemplo, en materia de procesos mentales superiores, Titchener llamaba pensamiento al elemento mental que probablemente es un elemento complejo no analizado de sensaciones e imágenes. A parte de eso, concebía lo que llamamos voluntad como un elemento compuesto por imágenes que forman ideas antes de actuar. Así, pensamiento y voluntad deben de estar vinculados mediante imágenes mentales. Esta forma de pensar estos elementos dio origen a la “polémica del pensamiento sin imágenes”, en el cual, se sostenía la posibilidad de procesos de pensamiento sin imágenes mentales discernibles.
En el decenio que arranca en 1890, Wundt elaboró una teoría tridimensional de las sensaciones, con la premisa de que las sensaciones varían en tres dimensiones diferentes: Agradable-desagradable, Tensión-relajación y Excitación-calma. De estas tres dimensiones, Titchener solo se encontraba de acuerdo con la primera. El hecho de que no aceptara las otras dos lo llevó a relegar las emociones a reacciones orgánicas viscerales. Por su parte, Wundt postuló el término de la apercepción como el proceso creativo de los componentes que forman la percepción total. Así, la apercepción es un foco de la atención de la conciencia en momentos determinados, siendo a la vez una actividad cognoscitiva que acepta las relaciones lógicas de los contenidos metales. Titchener no acepto esta orientación holística y se mantuvo en una postura más reduccionista, proponiendo una teoría la cual postula que el contexto en el que ocurre la sensación en la conciencia determina su significado.
En su esfuerzo por adherirse al modelo de las ciencias naturales, el estructuralismo tendía a ignorar las actividades y los procesos psicológicos que no se acomodaban bien a su marco teórico. A parte de su excesiva dependencia a la introspección, el estructuralismo no pudo resolver las premisas filosóficas contradictorias sobre la naturaleza de la mente. A pesar de las insuficiencias del sistema, Wundt proclamo una disciplina formal que se basaba en formulaciones científicas, con la cual, la psicología fue reconocida como una ciencia.
Para el año 1930, dos años luego de la muerte de Titchener, la psicología estructural dejó de ser una corriente viable.
Hermann Ebbinghaus (1850-1909)
Fue una personalidad formidable de la psicología alemana, conocido mayormente por sus experimentos individuales que por la formulación de un sistema. Fue educado en la Universidad de Bonn, donde dedicó su tesis doctoral a las ideas de von Hartmann sobre el inconsciente. Luego, pasó siete años como tutor en Inglaterra y Francia, y mientras estaba en parís, se hizo con una copia de los Elementos de psicofísica (elemente der Psychopohysik) de Fechner, que se convirtieron para él en un estímulo intelectual. Así, comenzó a estudiar la memoria de la misma manera como Fechner estudiaba las sensaciones. Al familiarizarse con los fisiólogos ingleses del asociacionismo clásico, veía la ley de la repetición como la clave para la cuantificación en la memoria. Se sirvió entonces de las sílabas sin sentido para medir la formación de asociaciones.
Su obra Ueber das Gedächnis (Sobre la memoria), publicada en 1885, describe su metodología y sus descubrimientos, en los cuales se incluyen su famosa curva de retención de la memoria que muestra el olvido con el tiempo desde la adquisición de la información inicial. Con esta obra, Ebbinghaus ganó un gran reconocimiento, pero este no solo se debía a la amplitud de sus temas, sino también a que documentó un ataque experimental a los procesos mentales superiores, que el sistema de Wundt había obstaculizado.
Luego del estudio de la memoria, pasó al de la visión a color y también preparó las primeras versiones de la pruebas de inteligencia, que se anticiparon varios años al trabajo del psicólogo francés Binet.
Su reputación creció cuando publicó su libro sobre psicología general, Fundamentos de psicología (1897-1902), que se convirtió en el libro obligado en las universidades alemanas. Tal como otros, tampoco dejo una “escuela”, sino que contribuyó a la atmosfera intelectual que estableció a la psicología en una empresa científica.
Franz Brentano (1838-1917)
Miembro de una familia cuyos logros destacaron demasiado. Se debe rescatar que Brentano fue la persona más cercana a Wundt, tanto por su influencia como por su contemporaneidad. Su obra fue una importante opción viable a la concepción dominante de la psicología de Wundt.
En sus comienzos, se unió a la misma orden a al que perteneció santo Tomás de Aquino, en donde consiguió su doctorado en filosofía en 1862. Durante los siguientes dos años terminó sus estudios de teología y se ordenó como sacerdote en Würzbrug, en donde continuo su trabajo como filósofo y, en 1866, se convirtió en docente. Aun así, su revisión de la lógica escolástica, su amor por el empirismo británico y su estudio favorable de Comte, publicado en 1869, le ganaron agudas críticas del catolicismo. Sus continuos conflictos contra la iglesia y su perturbación por el antiintelectualismo de la misma, hicieron que en abril de 1973 abandonara el sacerdocio, y así, ataco abiertamente las actitudes reaccionarias de la jerarquía eclesiástica.
Su obra psicológica más importante, Psychologie vom empirischen Standpunkt (La psicología desde el punto de vista empírico), apareció en el año 1874 y estaba designada a ser la primera explicación del alcance de la psicología y de su metodología. Por desgracia, nunca concluyo todos sus volúmenes, aun así, sus propuestas contrastaban con las de Wundt.
Brentano definía la psicología como la ciencia de los fenómenos psíquicos expresados como actos y procesos. Concebía la conciencia como una unidad manifestada en actos. Así, el objetivo del estructuralismo de descubrir sus elementos no tenía sentido para él, ya que el estudio destruye la unidad esencial de la conciencia. Según Brentano, solo los productos de la conciencia (Los actos y los procesos) son en verdad psicológicos, también postulaba un sustrato fisiológico o biológico para los actos psicológicos, a los que brinda información pero con los que no se equipara. A parte de todo esto, Brentano reconocía dos niveles de estudio psicológico: Por un lado, la psicología pura. Esta se ocupa de consideraciones fisiológicas, diferencias individuales, la personalidad y los niveles sociales. Por otro lado se encuentra la psicología aplicada. Esta consiste en el valor de la psicología para otras ciencias.
Brentano también  proponía niveles jerárquicos de clases de fenómenos psíquicos. En el primer nivel representacional se encuentra la conciencia. Este corresponde a las experiencias no medidas que Wundt consideraba la totalidad del objeto de la psicología. Luego del nivel representacional, Brentano describía el nivel de juicio, una clase de nivel cognoscitivo. Por último, hay un nivel de personalización de fenómenos psíquicos, una forma de asimilación que individualiza las experiencias.
Brentano aceptó varios métodos empíricos adaptables a la psicología. Quizás uno de los más importantes fuera el de la percepción interna de los actos en curso. Otros métodos eran la observación de la conducta de la gente, de los procesos antecedentes y fisiológicos que acompañan a los actos psicológicos y también la observación de la memoria de los actos psíquicos del pasado. Se puede observar entonces que el método empírico de Brentano no era cerrado y se basaba en la observación.  
Prosiguió, a pesar de no ser beneficiado por un ambiente académico estable, con la elaboración de un método fenomenológico para la psicología, ya que auguraba que la fenomenología era un método descriptivo que lleva al entendimiento. Brentano aspiraba a un método de psicología que permitiera describir los procesos psicológicos en términos de la experiencia subjetiva de la persona.
Aunque la psicología de Brentano no tuvo el efecto de la psicología estructural, sus obras y varios aspectos de su postura influyeron en el avance de la psicología. Tanto la corriente de la Gestalt, el movimiento de la tercera fuerza y la orientación ecléctica del funcionalismo estadounidense están en deuda con él.
William James (1842-1910)
Introdujo la psicología experimental a las universidades estadounidenses y contrató a uno de los estudiantes de Wundt para que fundara un laboratorio en Harvard. Aun así, siempre fue filósofo. Despertó el interés de sus estudiantes por la psicología, pero nunca se restringió al marco estrecho del trabajo experimental.
Sus principales contribuciones a la psicología se encuentran en Principios de psicología (1890).
William James representó un gran papel en la difusión del pragmatismo[3] , y su pragmatismo, basado en su valoración del empirismo, es resumido de la siguiente manera:
1)    Diversas teorías filosóficas pueden sostener puntos de vista distintos, pero solo sus consecuencias las diferencian realmente. De esta manera, James aceptaba las pruebas empíricas a la validez de las teorías.
2)    Si una teoría Impone un efecto provechoso y satisfactorio en la organización de la experiencia, se merece por lo menos una aceptación provisional. Aquí, James acepta el ángulo subjetivo de la experiencia individual.
3)    La experiencia no se reduce a los elementos de la conciencia o a las leyes mecánicas de la materia. A diferencia de Wundt, James argumentaba que la experiencia no es una sucesión de unidades de sensación, asociadas por la asociación, sino un flujo continuo de hechos subjetivos.
James proponía que mente y cuerpo no son dos subsistemas que interactúan, sino que son dos facetas de una misma experiencia. Así, James descartaba el dualismo mente/cuerpo, pensando que eran un intento para explicar nuestras experiencias que son en sí mismas una sola unidad.
Define la psicología como la “ciencia de la vida mental” y postula que la experiencia es el flujo continuo de la conciencia. Al hacer esto, su propuesta adquiere más alcance que la propuesta de Wundt. Abogaba también por una psicología fisiológica que destacaba las funciones cerebrales para dar cuenta de la experiencia mental, o conciencia.
Además, para él, la mente es un proceso cambiante, personal, continuo y selectivo. En consecuencia, proponía un acercamiento empírico al estudio de la experiencia concentrada en la mente en términos de sus funciones. Así, el psicólogo debe de observar la mente en acción.
Hugo Münsterberg (1863-1916)
Münsterberg, discípulo de Wundt, fue reclutado por William James para construir un laboratorio de psicología en la Universidad de Harvard. Münsterberg cumplió con su tarea, pero además de eso, tenía una visión más amplia acerca de las posibilidades de la psicología como una disciplina aplicada. Así, se hizo famoso con libros sobre la aplicación de la psicología a las cuestiones sociales, comerciales y educativas. En un nivel abstracto, fue un psicólogo estructural; aun así, ignoró en lo general la teoría y se adhirió al creciente funcionalismo estadounidense.
En 1885 obtuvo su doctorado dirigido por Wundt en Leipzig, y un año más tarde se tituló como médico. Wundt había rechazado parte de sus investigaciones sobre la voluntad, pero pese a su rechazo por las investigaciones, Münsterberg siguió trabajando de manera independiente hasta poder publicar su texto en el año 1888, con lo cual se alejó aun más de Wundt.
Recibe un nombramiento como catedrático en la universidad de Friburgo, donde inició un laboratorio y comenzó a publicar ensayos sobre diversos temas, en los cuales se abarca la memoria, procesos atencionales, entre otros. Dichos trabajos despertaron la atención de psicólogos alemanes y estadounidenses. Luego de conocer a William James en 1889 en el Primer Congreso Internacional de Psicología en París, en el año 1892, este le consigue un nombramiento de tres años como director de los laboratorios de psicología en Harvard.
Münsterberg, como otros tantos, se consideraba filósofo. Creía que la psicología se restringiría si se llegase a alinear con el pragmatismo, que para él, tenía un alcance limitado. En cambio, distinguía entre psicología causal y propositiva. La primera examina las relaciones entre acontecimientos mentales y procesos psicológicos. La segunda es el estudio de la persecución de metas mediante actividades dictadas por la voluntad.
Extendió en su laboratorio en Harvard sus investigaciones a objetos que superaban las restricciones de la psicología estructural de Wundt y Titchener. Instauró divisiones de investigación humana e infrahumana y su laboratorio llego a ser uno de los más productivos. Sus ideas de investigación combinaban la tradición alemana de la psicología estructural de Wundt y la psicología del acto de Brentano. Esta integración le permitió formular la psicología causal y propositiva.
Aunque rechazaba el pragmatismo, contribuyo al impulso de la psicología funcional.

Psicología funcional:
Cuando la psicología alemana de Wundt arribó en Estados Unidos, fue acogida cálidamente por la comunidad intelectual. Pero a diferencia de Titchener, que siempre se adhirió a las formulaciones de Wundt, los psicólogos estadounidenses educados en Alemania impusieron, al volver a su país, una interpretación funcional de la psicología estructural. Así, el funcionalismo subrayaba los procesos más que los contenidos mentales y valoraba la utilidad de la psicología.
La psicología funcional no fue un sistema formal como la psicología estructural. Difería de esta por la aptitud que subrayaba la importancia de las aplicaciones y la utilidad de la disciplina. Los funcionalistas querían saber la forma como opera la mente y también su función.
Destaca el influjo que tuvo la teoría Darwinista de la evolución sobre la psicología funcionalista, ya que esta valoraba la importancia de la adaptación tanto de la especie como del individuo que se encuentra sujeto a un entorno.
A pesar de que el funcionalismo tuvo una vida relativamente corta, dentro del campo de la psicología sirvió como una etapa de transición en el cual se organizó el camino entre el estructuralismo y el conductismo.
Ahora bien, el funcionalismo trataba más de una actitud hacia los resultados de la investigación psicológica que de un sistema general. Aun así, aparecieron centros de psicología funcional en la universidad de Chicago y en Columbia, que no se distinguieron por diferencias sustanciales.

Funcionalismo en Chicago:
En Chicago, la psicología se relacionó fácilmente con otras disciplinas, en las cuales, destacaron las aplicaciones educativas y también las investigaciones sobre psicología y biología. Todo esto preparó la aparición de la psicología conductual.

John Dewey (1859-1952):
Inició el funcionalismo en la Universidad de Chicago, y su carrera se vio caracterizada por su dedicación al cambio social. Veía la educación como la clave para el mejoramiento individual y de la sociedad.
Su mayor aporte a la psicología se encuentra en un artículo que publicó mientras se encontraba en Chicago: “The reflex arc Concept in Psychology” (“El concepto de arco reflejo en psicología”, 1896), en el cual, se anticipa a las predicciones de la Gestalt de las actividades conductuales. Dewey destacaba la totalidad del movimiento, argumentando que la coordinación es más que la suma de los reflejos. Rechazó la opinión de que los reflejos son series discretas de acciones de estímulo seguidas de respuestas y separadas por sensaciones mediadoras.

James Angell (1869-1949)
Fue el organizador del funcionalismo en Chicago. Definía el núcleo de la psicología funcional como la aceptación de un planteamiento biológico para poder determinar cómo funciona la mente al ajustarse la persona a us entorno. Así, colocaba a la psicología funcional al mismo nivel que las ciencias naturales. A diferencia de Wundt, Angell decía que la conciencia mejora las capacidades de adaptación de las personas y que la atención es el centro de la conciencia. Ahora bien, Angell señalaba tres áreas de la psicología funcional:
1)    Esta psicología estudia las operaciones mentales.
2)    La mente es vista en una función mediadora entre las necesidades de la persona y su ambiente.
3)    La psicología funcional supone una interacción psicofísica entre mente y cuerpo.
Bajo la dirección de Angell, la psicología funcional floreció en chicago y se publicaron varios trabajos de investigación en los niveles humanos e infrahumanos.
Harvey Carr (1873-1954)
Después de Angell, Carr fue el principal vocero del funcionalismo en chicago, en donde se doctoró en el año 1905 y en 1919 se convirtió en director del departamento.
En 1925 escribió Phychology (Psicología), aunque para este periodo de tiempo, la psicología funcional ya había sido absorbida por el conductismo que florecía en Estados Unidos.
Carr definía la psicología como la ciencia de los rpocesos mentales y resaltaba las respuestas motoras., las actividades adaptativas y la motivación. Aceptaba tanto los métodos introspectivos y subjetivos como también las mediciones objetivas, aunque se inclinaba más por el método objetivo debido a sus estudios de psicología animal. En sus experimentos realizados en Chicago, el uso de mediciones objetivas de procesos psicológicos abrió el camino para los planteamientos de investigaciones que dan importancia al comportamiento abierto y observable como la principal fuente de datos psicológicos.
El logro de Carr en la psicología funcional fue resumir los principios básicos que el movimiento compartía:
1)    Los procesos mentales son adaptativos y tienen un propósito.
2)    Los estímulos ambientales suscitan la actividad mental.
3)    La motivación siempre afecta en los procesos mentales y modifica la influencia de los estímulos.
4)    Las respuestas conductuales tienen consecuencias.
5)    Toda actividad mental es continua y ordenada.

Funcionalismo en Columbia
Edward Lee Thorndike (1874-1949):
Aunque Thorndike es considerado como el predecesor del conductismo estadounidense y sus ideas sobre los procesos de asociación lo volvieron famoso en la psicología conductista, su capacidad para aprovechar sus investigaciones manifestaba una orientación aplicada, congruente con el funcionalismo estadounidense. Decía que la inteligencia estaba compuesta de varias capacidades.

Robert S. Woodworth (1869-1962)
Se doctoró con Callet en 1899. Luego de eso, pasó casi toda su carrera en Columbia. Varias de sus obras, tales como Contemporary Scholls of Psychology (Escuelas contemporáneas de psicología, 1931) y  Dynamics of Behavior (Dinámica del comportamiento, 1958) ofrecen varios puntos de vista funcionales sobre la psicología. Uno de sus libros, Experimental Psychology (Psicología experimental, 1938), que revisó con Harold Schlosberg, fue durante muchos años el libro de texto preferido en los cursos universitarios de laboratorio de psicología.
Su psicología se concentraba en la motivación, siguiendo interpretaciones aceptadas se los procesos psicológicos, coherente al funcionalismo de chicago y la postura de Thorndike, pero acentuando la importancia de la motivación individual y los correlatos fisiológicos básicos para la adaptación, similar a la postura de Carr. Los impulsos tanto internos como externos suscitaban los mecanismos. Para Woodworth, el sentido de deliberación del individuo da coherencia y unidad a las actividades psicológicas

CONDUCTISMO SIGLO XX
Los comienzos del conductismo se remontan a los primeros años del siglo XX, con antecedentes como la reflexología Rusa y el conexionismo estadounidense.
Los principales reflexólogos rusos como Sechenov, Bejterev y Pavlov, sientan las bases fundamentales del conductismo, atribuían a la estimulación externa la causa de toda actividad motora incluyendo los “procesos en apariencia complejos del pensamiento y el lenguaje”[4]. Estudiaron principalmente los reflejos y la relación estímulo-organismo-respuesta experimentando con animales. Plantean que el objeto y el método de la psicología del momento (funcionalismo y estructuralismo)  eran inadecuados y proponen que el método de esta debe ser el método de las ciencias empíricas y su objeto la conducta observable. Pavlov desarrolló la teoría sobre la reflexología del condicionamiento, basado en su experimentación con las glándulas salivales de los perros, señalando cuatro hechos experimentales en los procesos de adquisición y extinción estímulos condicionado e incondicionado y respuestas condicionada e incondicionada que dan la base fundamental para el conductismo de Watson.
El conexionismo estadounidense con su principal investigador Thorndike, hace sus aportes al conductismo gracias a su experimentación sobre el aprendizaje con animales, planteó dos leyes fundamentales del aprendizaje: ejercicio (las relaciones se fortalecen por repetición) y efecto (las respuestas que generan gratificación tienden a ser repetidas).
Watson “amplio y dio coherencia a los argumentos que favorecían el estudio de la conducta” [5] se rebeló contra el método psicológico de la época (introspección), con que hace una “reformulación” de la psicología, plateándola como una ciencia: nace el conductismo.
En el establecimiento del conductismo también intervienen otros estadounidenses como Holt, Weiss, Lashley y Hunter; y en especial el positivismo operacional que abogaba por la unidad de la ciencia al implementar el método empírico. En los años 30s y 40s en Estados Unidos se producen grandes adelantos teóricos y la identificación de la psicología como ciencia positiva (BRENNAN, JAMES F, 1999). Con científicos como Guthirie con la teoría de la contigüidad, Hull con la teoría hipotético-deductiva y Tolman con el conductismo cognoscitivo, se favorece la evolución del conductismo y el desarrollo de la teoría, especialmente sobre el aprendizaje. Sin embargo fue Skinner en 1950 quien marcó el final de la teorización y propuso un sistema conductista guiado por datos ya que la teoría debe reducirse a generalizaciones descriptivas conseguidas a partir de los hechos; Skinner plantea el comportamiento operante que es continuo y sin un estímulo aparente para la conducta, donde esta está sujeta totalmente al entorno, por lo que si el entorno está controlado lo está también la conducta (BRENNAN, JAMES F, 1999).
Posteriormente sigue un “periodo caracterizado por la elaboración de modelos y mini-teorías con fines prácticos”[6] como el modelo del proceso de la información y matemáticas, los neo-hullianos y los modelos cognoscitivos.  Incluso el conductismo se ha  extendido a la aplicación clínica del modelo de la modificación de la conducta.

EL MOVIMIENTO DE LA TERCERA FUERZA
La denominación  tercera fuerza, es una categorización general, ya que se considera al psicoanálisis como la primera fuerza y al conductismo la segunda, el surgimiento de una cualquier corriente que no es conductista, ni psicoanalista será la tercera fuerza.  Las raíces de este movimiento se encuentran en la especulación filosófica, la literatura y las observaciones clínicas, enfatizan en el yo procurando la realización de la persona definida como individual y únicamente humana.
Este movimiento tiene antecedentes de la filosofía existencialista y sus principales precursores (europeos) fueron Sören Kierkegaard, quien afirmaba que la existencia no se estudia, se vive y señaló tres niveles progresivos de existencia: el estético, el ético y el religioso.  Wilhelm Dilthey defendí una “ciencia del espíritu”, que era opuesta a las ciencias naturales, su énfasis era la historicidad del hombre, la experiencia vivida configuraba la existencia del individuo.  Estas primeras expresiones de la filosofía existencial fueron continuadas en el siglo XX, diferenciándose más de la postura religiosa tomada por Kierkegaard, y adoptaron conceptualizaciones más amplias en cuanto al yo y la psicología del individuo, entre estos representantes más modernos se encuentra Jean-Paul Sartre (1905-1980) fue el más popular del siglo XX y supo comunicar sus temas existenciales, a través de novelas, obras de teatro y ensayos filosóficos, su afirmación era una existencia que define la esencia del ser humano, teniendo la capacidad de elegir y de responsabilizarse por las decisiones tomadas.  Albert Camus, Karl Jaspers y Martin Buber también hicieron parte de ese grupo de representantes de las expresiones modernas del existencialismo.
Fenomenología
La fenomenología en los planteamientos de la tercera fuerza, se desarrolla de una forma muy concreta, concentrándose en el estudio de los fenómenos tal  como los experimenta el individuo, con el objetivo de investigar los procesos de la intuición, la reflexión y la descripción, rechazando el reduccionismo de los métodos empíricos de las ciencias naturales.  El fundador de la fenomenología moderna fue Edmund Husserl (1859-1938) y Martin Heidegger (1889-1976) quien fue uno de sus asistentes y amplió sus interpretaciones de la fenomenología. 
“Como expresión de la psicología contemporánea, la corriente existencial fenomenológica está muy vinculada a sus respectivas bases filosóficos.  De hecho, el límite que separa a la fenomenología existencial como filosofía de la fenomenología existencial como psicología es vago.  La psicología existencial fenomenológica es una aplicación de principios filosóficos, por lo regular en los medios clínicos y terapéuticos.”[7]
El movimiento de la tercera fuerza en los Estados Unidos
Conocida como psicología humanista, acuña el término humanista, reflejando el interés de esta psicología en acentuar la existencia y la variabilidad humana, rechazando los reduccionismos conductistas y psicoanalíticos.  Entre sus representantes están Gordon Allport (1897-1967)  que en sus estudios distinguió entre un planteamiento idiográfico y uno nomotético, construyó una teoría de la personalidad en donde incluye el proceso continuo de crecimiento personal, el sentido de individualidad y el conocimiento de uno mismo.  Abraham Maslow (1908-1970) fue otra notable figura de la psicología humanista estadounidense, quien basaba su posición en un marco teórico motivacional y en una jerarquía de necesidades que va de lo biológico a la experiencia verdaderamente humana, llamando autorrealización al proceso de crecimiento personal en la culminación de la última necesidad.  Carl Rogers (1902-1987) tal vez el más popular de los psicólogos humanistas y sus ideas de la personalidad son esencialmente fenomenológicas, concentrándose en el yo que experimenta, procurando el conocimiento propio.
La psicología humanista es una aplicación clínica de una psicología del individuo, y es una postura que aunque acepta la importancia de las influencias fisiológicas e instintivas, enfatiza el crecimiento personal para alcanzar experiencias de realización total de las considerables posibilidades de los recursos personales.


[1] BRENNAN, JAMES F. Historia y Sistemas de la Psicología. Cap.10 Pág. 164.
[2] BRENNAN, JAMES F. Historia y Sistemas de la Psicología. Cap. 10 Pág. 151.
[3] Información adquirida de la página wikipedia. La información puede ser consultada en el siguiente enlace: http://es.wikipedia.org/wiki/William_James

[4] BRENNAN, JAMES F. Historia y Sistemas de la Psicología. Cap. 15
[5] BRENNAN, JAMES F. Historia y Sistemas de la Psicología. Cap. 15
[6] BRENNAN, JAMES F. Historia y Sistemas de la Psicología. Cap. 16
[7] BRENNAN, JAMES F. Historia y Sistemas de la Psicología. Cap. 17 Pág. 298.

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