CUESTIONARIO: tema 5
Evaluación de
los procesos mentales o funcionamiento mental: Evaluación de la inteligencia
· ¿Qué
hechos históricos construyeron los cimientos para la aparición de las pruebas
de inteligencia?
· ¿Cómo
es considerado en la actualidad, el concepto de inteligencia?
· ¿Cuál
es el fin de aplicar una prueba de inteligencia?
· ¿Cuál
es la capacidad real de las pruebas de inteligencia para medir el CI de las
personas? ¿Una puntuación única de CI puede caracterizar el nivel intelectual
del sujeto a lo largo de su vida?
· ¿Cuáles
son las características más generales que las pruebas o test de inteligencia
les permite a los evaluadores, cuando son aplicadas?
· ¿Qué
elemento debe acompañar a las herramientas psicométricas, para la evaluación de
la inteligencia?
· ¿En
la aplicación de qué pruebas se puede y se debe apoyar un psicólogo para
diagnosticar discapacidad intelectual?
· ¿Qué
crítica constructiva se ha hecho a las pruebas de inteligencia tradicionales?
· Wechsler,
autor de las pruebas de inteligencia más representativas, enmarca los criterios
de evaluación de la inteligencia como objeto.
¿Cuáles son los aspectos más
importantes que se utilizan en sus pruebas?
· ¿Cuál
es la prueba psicológica estandarizada y más usual, que contribuye hacer una
evaluación de la inteligencia en niños? ¿cuáles son sus características y
fines?
· ¿Cuál
es la prueba psicológica estandarizada y más usual que contribuye hacer una
evaluación de la inteligencia en adultos? ¿cuáles son sus características y
fines?
· ¿En
qué consiste la prueba de Habilidades Mentales Primarias y que elementos
proporciona a la hora de evaluar la
inteligencia?
PROTOCOLO N° 5
Evaluación de los
procesos mentales o funcionamiento mental: Evaluación de la Inteligencia
La evaluación de la inteligencia parte de dos hechos
históricos importantes. Primero, la educación obligatoria de Estados Unidos y
otros países crearon un cuerpo diverso de estudiantes. Muchos de estos
estudiantes provenían de familias sin educación o que no hablaban el idioma
nativo, lo cual aumento significativamente la mortandad académica. Para ahorrar
recursos, el gobierno empezó un camino para saber que estudiantes podrían tener
más éxito en la educación. Segundo, los científicos demostraron que la
inteligencia podría ser medida. Estos son los principales cimientos.
Alfred Binet y su colaborador, Theorode Simon, se
convirtieron en los principales líderes de las pruebas de inteligencia al crear
la prueba Binet-Simon para identificar diferencias individuales en el
funcionamiento mental. Su propósito era elaborar un método objetivo que ayudara
a identificar quienes carecían de capacidad académica. Como muchos de la época,
hablaban de que la inteligencia era heredada pero que podía ser modificada por
el entrenamiento y la oportunidad. Por el constante crecimiento de la educación
obligatoria en Europa y Estados Unidos, y con el constante interés en la
cuantificación de la inteligencia, las pruebas de inteligencia fueron muy bien
acogidas en aquel entonces.
A pesar de que muchas entidades de los gobiernos mostraron
gran interés por estas pruebas, prontamente fueron atacadas por un gran número
de personas y psicólogos que afirmaban que dichas pruebas discriminaban a
través de la inclusión de reactivos injustos. Así, el libro Stephen Gould
(1981) The Mismeasure of Man fue una
crítica muy importante ante las pruebas de inteligencia. Gloud argumentaba que
algunos teóricos sostenían de forma errónea la noción de inteligencia. También
sostenía que aquellos que hablaban de la heredabilidad de la inteligencia en
algunos casos cometían errores y en otros eran acusados de fraude.
Ahora bien, para que una prueba de inteligencia sea efectiva,
esta debe mostrar confiabilidad y validez. De otra manera, se generarían dudas
acerca de la exactitud y capacidad de
aplicación de la prueba. Por confiabilidad se hace referencia a la consistencia
con que los individuos responden a los estímulos de la prueba. Para evaluar la
confiabilidad se hace uso de varias formas de evaluación. Un ejemplo de estas
formas es la confiabilidad text-retext que indica el grado de consistencia de
las respuestas del sujeto ante estímulos similares, o la confiabilidad entre
estimadores que tiene como meta demostrar que observadores independientes
pueden acordar entre sus juicios para evaluar algún aspecto del comportamiento
de una persona. Estas formas de evaluar la confiabilidad nacen del hecho de que
los individuos se pueden habituar a las pruebas, recordando en algunas
ocasiones las respuestas, o pueden elaborar una “sabiduría de las pruebas” de la primera evaluación que influye en la
puntuación de la segunda. Así mismo, se desarrolló otro calibrador para la
confiabilidad, y es La confiabilidad de
formas equivalentes. Aquí se elaboran formas equivalentes de una prueba
para evitar este tipo de problemas precedentes.
Ahora bien, por validez se hace referencia a si una prueba
determinada mide lo que se supone que debe medir. Tal como la confiabilidad, la
validez también tiene varias formas de ser evaluada. Un ejemplo de ello es la validez de contenido que indica si los
reactivos de la prueba cubre las variables del estudio; la validez predictiva que
indica si los resultados de la prueba pueden predecir algún comportamiento o
suceso en el futuro, o la validez de constructo que se muestra cuando los
resultados de una prueba se pueden relacionar con otras medidas o
comportamientos de un modo teóricamente esperado.
Spearman (1927), el padre del análisis factorial, argumentaba
acerca de la existencia de un factor g (Inteligencia
general) y un factor s (Inteligencia
específica). Los elementos que tienen en común las pruebas se presentan
mediante el factor g, mientras que los factores únicos de una prueba
determinada son factores s. Así, apoyado del análisis factorial, Spearman
supuso que la inteligencia es una entidad generalizada y amplia.
Varios autores estuvieron en desacuerdo con los argumentos de
Spearman, entre ellos, Thurstone (1938), que presentó evidencia en base de unas
evaluaciones realizadas a una cantidad de sujetos en la que se evaluaba una
serie de factores “grupales” en lugar del factor g. A final de cuentas,
Thurstone describió siete factores grupales: Fluidez verbal, significado
verbal, velocidad de percepción, espacial, razonamiento y memoria (Capacidades mentales primarias de
Thurstone). Por desgracia, tanto Spearman como Turstone emplearon métodos
diferentes de extracción de factores para un mismo conjunto de datos.
Por su lado, Cattell (1987) se enfatizo en el carácter
central de g. Al mismo tiempo,
ofreció una lista de 17 conceptos primarios de capacidad y describió dos
factores importantes de segundo orden. Estos son: Capacidad fluida (Capacidad intelectual con base genética en la
persona) y capacidad cristalizada (Capacidades
intelectuales que se atribuyen al aprendizaje cultural). Así, el modelo de
Cattell puede ser visto como un modelo jerárquico de la inteligencia.
RCI de razón:
Binet consideraba la edad mental (EM) como un índice de
ejecución mental. Cada reactivo de la prueba de Binet contestado correctamente
indicaba un número de créditos en meses. Al concluir la prueba, se sumaba la
cantidad de reactivos contestados correctamente y se obtenía la EM.
Luego, Stern (1938) desarrollo el concepto de cociente de
inteligencia para evitar algunos problemas que surgieron al utilizar la
diferencia entre edad cronológica (EC) y EM para expresar la desviación. El CI
de Stern se calculaba de la siguiente manera: CI= EM/EC * 100. Así, si tenemos
a dos niños, uno con EM de 4 y EC de 5, y el otro con EM de 14 y EC de 15,
parece que tratamos con niños cuyo desarrollo intelectual es igual de
deficiente, pero esto no es así debido a que el desarrollo intelectual es mayor
a edades tempranas. Así, aunque estos dos niños presentan una discrepancia de 1
asño entre la EM y la EC, el niño menor se encuentra más desviado. Utilizando
la formula, obtenemos que el niño menor presenta un CI de 80 mientras que el
mayor presenta un CI de 93. Estas puntuaciones reflejan mucho mejor el
crecimiento intelectual. Aun así, debemos recordar que tanto el CI como la EM
son tan solo puntuaciones.
CI de desviación:
Whechsler introdujo el concepto de CI de desviación para enfrentar un problema que subyacía con el
concepto de CI de razón. El problema
del CI de razón consistía a que se encontraba limitado a las personas mayores.
La razón es simple: Para calcular el CI, se utiliza la siguiente fórmula: CI=
EM/EC*100 donde EM es la edad mental y
EC es la edad cronológica. Así que una persona mayor, según esta ecuación,
parecería que la persona ha perdido su capacidad intelectual a lo largo del
tiempo cuando en realidad se ha mantenido estable. El CI de desviación se hace la suposición de que la inteligencia
se distribuye de forma normal a lo largo de la población. El CI de desviación indica entonces una
comparación de la ejecución de la prueba con individuos de la misma edad. Así,
suponiendo que dos personas presentaron la prueba y sus edades son significativamente
diferentes, un CI de 1oo indicaría un promedio de capacidad intelectual para
ese grupo de edad.
En general, se ha encontrado que el nivel de CI está
relacionado con el éxito escolar, aunque en este también entra en juego otras
variables tales como la motivación, antecedentes culturales o incluso las
actitudes de los padres. Identificar
todas estas variables es de suma importancia, ya que el fracaso escolar puede
no estar ligado al CI, sino a otra variable de mayor influencia.
Así mismo, parece ser cierto que el CI parece ser un buen
pronosticador del desempeño laboral.
Ahora bien, el nivel intelectual del sujeto va cambiando a lo
largo de su vida. Investigaciones hechas han demostrado que los niños tienden a
presentar mayor variabilidad en los test utilizando la correlación test-retest.
Por tal razón, los clínicos a menudo describen el “nivel presente de
funcionamiento intelectual” del
individuo en tales pruebas. Varias influencias (Tales como una enfermedad,
problemas emocionales y motivacionales) pueden afectar la puntuación del individuo
en una etapa de su vida.
La finalidad de las pruebas de
inteligencia es medir la capacidad de una persona en las áreas más globales,
como la comprensión verbal y el razonamiento.
“Los resultados de los test de
inteligencia constituyen tan sólo una parte de todo el proceso de evaluación de
la inteligencia, por ello, es necesario servirse de otros medios de evaluación
y utilizar el juicio clínico para determinar si una puntuación de CI es válida
o no para determinado individuo” Pág 565
Los test de inteligencia más
utilizados son:
● Las Escalas
de inteligencia de Wechsler (WPPSI, WISC, WAIS) que evalúa principalmente el
razonamiento tanto verbal como no verbal.
● Las Escalas
de inteligencia Stanford-Binet, se centra en el aspectos como el razonamiento
verbal: vocabulario, comprensión, absurdos; razonamiento abstracto (visual):
análisis de patrones, copiado, matrices; razonamiento numérico: cuantificación,
series de números y memoria a corto plazo: memoria de frases, dígitos, objetos.
● La Baterías de evaluación para niños de
Kaufman, evalúa la inteligencia mediante el procesamiento secuencial y el
procesamiento simultáneo y el rendimiento o conocimiento académico.
● La Escala
de madurez mental Columbia, esta escala mide la capacidad de razonamiento sin
límite de tiempo.
Para realizar la evaluación de la
inteligencia es necesario tener varias fuentes de información, como la historia
del paciente, lo historia clínica, la observación de la conducta, el contexto
cultural y social...
En la actualidad el concepto de
inteligencia, es considerado como un constructo, una abstracción, y no puede
ser observada, pero que es posible medir el comportamiento inteligente a través
de los instrumentos de evaluación.
Wechsler, es el autor de las
pruebas de inteligencia más representativas, y entre los aspectos que evalúan
dichas pruebas están l solución de problemas, comprensión de escritos, la
construcción de un modelo siguiendo un referente y con la utilización de
ciertos materiales, entre otros aspectos, y teniendo en cuenta que a pesar de que estos criterios son
idóneos, sólo alcanzan a evaluar de manera limitada el comportamiento
inteligente, representando sólo una
pequeña muestra de su complejidad. Así
cuando se habla de la evaluación propiamente dicha de la inteligencia, las
pruebas por sí mismas son poco concluyentes, y es necesario combinar los
puntajes obtenidos, con el directo desempeño de la persona en su vida escolar y
ocupacional, y confrontarlos, porque el ambiente desempeña un papel importante
en el desarrollo de las pruebas.
En los años 60 y 70 Jean Piaget,
aporta una teoría, que se conoció como teoría constructivista, demostrando que
la inteligencia no era sólo la adquisición simbólica, sino que representaba la
última fase del pensamiento, y que le pre existían otras dos fases, cada una
con una forma diferente de inteligencia, la sensorio-motriz y la pre-conceptual
o intuitiva, considerando que la inteligencia estaba al servicio de un proceso más
complejo, como el de su adaptación. Con
todo esto los psicólogos clínicos continúan con un referente de la inteligencia
en términos más objetivos que estructurales, y así siguen utilizando
frecuentemente las pruebas simples para medir rasgos complejos, y porque les ha
permitido a los evaluadores contar con una idea general sobre el funcionamiento
psicológico del individuo, indicaciones valiosas acerca de los trastornos de
personalidad, detectar habilidades o limitaciones especiales y observar el comportamiento
del sujeto en una situación relativamente estandarizada.
Varios autores han hecho críticas a
las pruebas de inteligencia, como la
pregunta de ¿cómo se puede evaluar algo que aún no está perfectamente definido?
considerando a los test, como posibles medidas de inteligencia, que evalúan
únicamente determinados aspectos del desempeño cognitivo.
Se debe rescatar entonces, la
importancia de la práctica, considerándose como experiencia de conocimiento, de
aprendizaje, y acompañando las herramientas psicométricas del uso de la
entrevista clínica.
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